Biblioteca con un fondo de 26.000 documentos (monografías, CD, DVD y publicaciones periódicas) que pueden consultarse localmente o a través de la Base de Datos Documental.

Conjunto de dos piscinas exteriores y dos piscinas cubiertas.

Pequeño molino de viento de madera, situado en una zona alta y despoblada.

El edificio data de 1974 y presenta una fachada principal escalonada. El pórtico con columnas toscanas, que le dio nombre, ya no existe, quedando únicamente dos arcos en la planta baja. Ha sido restaurado y actualmente alberga la Oficina de Turismo.

El Museo PO.RO.S – Portugal Romano en Sicó presenta el tema de la romanización, con especial atención a su influencia en la región de Sicó. Esta experiencia interactiva se centra en la colección museística del municipio de Condeixa y en el contenido de alta calidad elaborado por destacados expertos en la presencia romana en Portugal. Además, la museografía contemporánea, con el apoyo de sistemas tecnológicos de vanguardia, nos transporta a un viaje en el tiempo hasta la época romana.

Palacio del siglo XVIII con fachada bordeada por dos torres y entrada rematada por un frontón que se alza sobre la cornisa. Destaca el ritmo de los vanos, la forja, la cantería y la capilla. La sección central remata en un hastial triangular con escudo de armas, y el resto de la fachada presenta sencillos vanos rectangulares en la planta baja y ventanales en la planta principal.

Palacio del siglo XVII de tres cuerpos, el central con acceso a un patio con escaleras que conducen a un balcón. Presenta una fachada sobria y simétrica con seis balcones en cada lado. Actualmente, alberga el Ayuntamiento.

Un edificio manuelino que destaca por el portal atribuido a Marcos Pires, el arco de triunfo y la bóveda del presbiterio, obra de Diogo de Castilho. El retablo del presbiterio, un tríptico, presenta a Nuestra Señora de las Gracias en el panel central y la Conversión de San Pablo y la Caída de Simón el Mago en los paneles laterales, representando la pintura portuguesa temprana. También son destacables los altares con pinturas del siglo XVI y los azulejos de los siglos XVII y XVIII.

Este sitio es el resultado de un derrumbe de la parte central de la colina, dejando solo visibles los extremos. Estos lados contienen agujeros que no son más que los restos de la cueva que existió en esta colina.

Funcionando como casa museo desde 1990, destaca la colección de pintura de Fernando Namora y otros artistas, su colección de oficina y una colección de manuscritos, notas originales, galeradas, libros publicados y anotaciones. También se pueden ver algunos objetos personales y tarjetas, así como una amplia biblioteca con obras de este y otros autores portugueses e internacionales.