Ubicado en el casco histórico de la ciudad, este museo se ubica en un hermoso edificio de finales del siglo XIX. Este espacio expositivo para el patrimonio cultural de la ciudad presenta colecciones que abarcan diversos aspectos de la historia local, desde el Paleolítico hasta la actualidad.

Amplio espacio verde, muy bonito y con parque infantil.

Conjunto de piscinas cubiertas, con buenas instalaciones de apoyo.

Un campo de césped con capacidad para 8.000 espectadores, fue en este club donde comenzaron sus carreras Paulo Futre y Ricardo, ex jugadores de la selección.

Conocida como la Ermita del Señor de los Afligidos, esta capilla forma parte integral de la Quinta do Saldanha. Cabe destacar la singular belleza de un Cristo de marfil sobre una cruz de madera tallada. La imagen del Señor Jesús de los Afligidos sigue siendo, hasta el día de hoy, motivo de gran devoción popular, especialmente entre los pescadores.

Un templo con rasgos barrocos fundado en 1740, durante el reinado de Juan V. El interior es de una sola nave, cubierto por un techo con frescos y paneles de azulejos del siglo XVIII que cubren las paredes. El ala izquierda de la capilla mayor conduce a la antigua capilla de Nuestra Señora de la Merced, un edificio del siglo XVI que se convirtió en la capilla de la iglesia.

La fachada principal está flanqueada por una torre con tres campanas. El interior, de una sola nave, alberga cinco altares. Destacan los azulejos hispanoárabes y las pinturas del siglo XVII.

Edificio manierista, reconstruido en el siglo XVIII. Las paredes interiores están cubiertas de azulejos azules y blancos del siglo XVII que representan escenas de la vida de la Virgen María. Al fondo de la iglesia se encuentra un eucalipto que termina en una fuente, la Fonte da Senhora o Fonte Santa, donde, según la leyenda, se apareció Nuestra Señora de Atalaia. Los tradicionales y simbólicos "Lavagens" aún se celebran allí durante la romería principal de la parroquia, que tiene lugar el último domingo de agosto.

El altar de la capilla mayor presenta un retablo dorado y columnas salomónicas que enmarcan paneles pintados del siglo XVII que representan a Santa Margarita de Cortona y San Martín de Tours. El techo luce el escudo nacional del rey Sebastián.

Una iglesia con una expresión visual que tiende hacia los fundamentos geométricos de la arquitectura de hormigón. Con su arquitectura única, que recuerda a la época del Estado Novo, la cúpula y los muros laterales del Altar Mayor están decorados con pinturas que representan la vida de San Isidro.