Casa do Passal

Su construcción es del siglo XIX, destacando por su arquitectura ecléctica y su imponente fachada principal, con una entrada imponente y un diseño majestuoso. También es especialmente notable por la memoria del cónsul que residió allí. Esta fue la residencia del diplomático Dr. Aristides de Sousa Mendes, quien, durante su servicio como Cónsul General en Burdeos en 1940, salvó miles de vidas del Holocausto nazi de la Segunda Guerra Mundial.

La casa presenta una planta rectangular y se distribuye en tres plantas, la última con techo abuhardillado. La fachada principal se caracteriza por el énfasis en la zona axial, precedida, en la planta baja, por pilares almohadillados que sostienen el balcón de la planta principal, lo que le confiere mayor monumentalidad. La zona central está enmarcada por cuatro ventanas de arco de medio punto, y otras dos rodean la puerta central, decorada con un escudo de armas y con idéntico acabado. En la planta superior, los vanos son todos dinteles rectos, como los de la mansarda, rematados con un frontón semicircular. La casa se encuentra en un estado de deterioro grave, y solo se puede admirar su exterior. Esta casa se encuentra en un lugar aislado por la muralla que la rodea, delimitando una zona agrícola.