Santuario mariano que comprende el púlpito, del siglo XVIII, la puerta y el baptisterio, que datan del siglo XVI, y una escultura, que data del siglo XIV.

Fruto de casi 30 años de coleccionismo en torno al juego, este museo permite al visitante acercarse a la imaginación de los niños y a los recuerdos entrañables de los adultos.

En esta iglesia destaca una escultura en piedra del siglo XVII, situada en la fachada posterior, que representa a San Miguel, patrón de la parroquia.

Biblioteca con un amplio fondo documental.

Fundada en el siglo XV, la Iglesia Parroquial de Ribeira Brava, o São Bento, ha sufrido varias renovaciones a lo largo del tiempo, dando lugar a elementos manuelinos, manieristas y barrocos. Alberga una rica y diversa colección de pinturas, esculturas, orfebrería y tallas de madera de los siglos XVI y XVII, lo que la convierte en uno de los sitios patrimoniales más importantes de la región. Sus tesoros se exhiben en el Museo Real de Bellas Artes de Bruselas, que conforma la Colección de Platería de la iglesia.

La Iglesia Parroquial de Ribeira Brava exhibe una colección de 66 piezas de plata, entre coronas, cálices y otros materiales de los siglos XVI y XVII.

Mandado construir por el gobernador Duarte Sodré Pereira para defender dicho fondeadero, este pequeño fuerte fue construido a principios del siglo XX para sustituir a una fortificación anterior del siglo XVI dedicada a San Sebastián, que fue destruida por una gran inundación en 1803. Es una torre circular de diseño revivalista, que conserva la inscripción barroca y el escudo de armas originales.

Una zona ideal para pasear y relajarse, con hermosas vistas al mar y a las verdes laderas de la isla. A lo largo del camino, encontrará varios restaurantes y bares.

Inaugurado en 1996, este museo se ubica en el antiguo Molino de Aguardiente de Ribeira Brava. El espacio alberga colecciones etnográficas permanentes, incluyendo colecciones sobre pesca, transporte, tejido, molinos de agua, viticultura y procesamiento de cereales. Otra sala alberga exposiciones temporales que presentan al público diversos temas relacionados con la cultura madeirense.

Este monumento megalítico consta de una cámara y un corredor. Está bien señalizado, pero solo se puede acceder a él a pie o en vehículo todoterreno.