El acceso es algo complicado, ya que hay que recorrer un camino sinuoso para llegar, pero la belleza del lugar merece el esfuerzo.

Una playa hermosa y de alta calidad ubicada en Ribeira de Pêra. Ofrece mucha sombra y ha sido clasificada como playa accesible gracias a sus accesos, rampas y pasarelas. Está bien equipada y ofrece una variedad de actividades.

Esta playa forma parte de un complejo de ocio ubicado en un lago de aproximadamente un kilómetro de longitud. Cuenta con la piscina de olas más grande del país, con una superficie aproximada de 2100 metros cuadrados, un embalse, un puente centenario y seis bungalows donde se puede pernoctar. También se pueden realizar paseos en barco o hidropedales, así como pernoctar en veleros fondeados en el puerto deportivo.

Una pequeña playa fluvial. Sin embargo, ofrece un paisaje muy agradable y se recomienda visitarla, especialmente en verano.

Un lugar muy tranquilo, enclavado en un paisaje natural excepcional. Podrá disfrutar del baño en el río Duero y de las vistas a la isla de Castelo. Es una playa sin vigilancia.

Un espacio rodeado de grandes árboles, con una pequeña zona de arena y un lugar donde disfrutar del baño en el río Duero y de su singular paisaje. Es una playa sin vigilancia.

Playa fluvial sin puesto de vigilancia, ubicada en una zona de extrema belleza paisajística.

Un lugar agradable, sin guardias de seguridad ni instalaciones de ocio. Ubicado cerca de la carretera, donde hay restaurantes y cafeterías.

Un hermoso lugar con abundante vegetación y rodeado de naturaleza. Popular durante los meses de verano, especialmente por las aguas cristalinas del río Támega.

Una playa fluvial ubicada en el gran embalse formado por la presa de Saucelle, cerca de la frontera española, en un lugar de gran tranquilidad y belleza natural. Cuenta con un anfiteatro, una piscina flotante y un café-restaurante.