Ubicado en una zona particularmente importante en el contexto social del asentamiento romano y medieval, el Ponte do Arco, sobre el río Ovelha, constituye un excelente ejemplo de cruce medieval. La amplitud del tramo, la presencia de canales de agua y la propia mampostería resaltan la importancia del proyecto de ingeniería para cruzar este curso de agua impredecible y difícil, convirtiendo al Ponte do Arco en un ejemplo clásico del modelo de puente medieval.

La actual Capilla de Nuestra Señora de la Liberación es lo que queda de la iglesia principal de São Martinho, un testimonio significativo del trabajo itinerante de los equipos artísticos durante el románico. Las grietas y capiteles reflejan un diseño también adoptado en las iglesias de Cabeça Santa, Águas Santas y Cedofeita. La nave de la Iglesia de São Martinho, en ruinas, fue demolida en 1873, y su piedra se reutilizó en la ampliación de la actual iglesia parroquial de São Clemente.

Fundado en 875, el Monasterio de Soalhães fue donado al obispo de Oporto por D. Sancho II en 1267, y probablemente se convirtió en la iglesia principal poco después. Remodelada en el siglo XVIII, la Iglesia de Soalhães conserva su portal medieval principal. En su interior, alberga una interesante colección de azulejos y tallas.

La Iglesia de Santa María de Sobretâmega es un edificio de finales de la Edad Media que, sin embargo, conserva un aire románico único de esta región. La ubicación de esta iglesia, que sustituyó a la iglesia parroquial de la antigua parroquia de São Pedro de Canaveses, fue una iniciativa de la reina Mafalda, fundadora de la posada y del puente de Canaveses. De hecho, fue la propia construcción del puente la que motivó la nueva ubicación de la iglesia.

Ubicada en la orilla sur del río Támega y lindando con Santa Maria de Sobretâmega, la Iglesia de São Nicolau, junto al antiguo Puente de Canaveses, presenta un diseño tardío en el contexto de la arquitectura románica portuguesa, evidente en sus portales sin columnas ni capiteles y sus canecillos lisos. Esta iglesia conserva, aunque muy fragmentados, importantes restos de pintura mural de los siglos XVI y XVII.

Asentamiento protohistórico con fortificaciones. Cuenta con una casa de baños prerromana y termas romanas excavadas, un foro y un posible templo, necrópolis, un lagar y tumbas.

Templo de fundación románica, conserva poco de su diseño original. En su interior, destacan las tallas barrocas de los altares y las tumbas, que son de los siglos XIV y XV.

Estatua de San Juan Bautista, situado en el centro de un jardín rotonda.

Reloj de sol que se encuentra en el Largo Nossa Senhora de Fátima.